EL MERCURIO
Instituto Nacional: del 9º a 267º lugar en 18 años
En caída libre: en la posición 267 se encuentra este año el Instituto Nacional, otrora mejor liceo de Chile, en el ranking de desempeño en la PAES.
Esto marca un retroceso respecto de la 201ª posición del año pasado, cuando por primera vez salió de los 200 primeros. Un año antes, había quedado 143º, sumido en la violencia y las continuas interrupciones de clases.
Si se mira más atrás, como publicara el año pasado ‘El Mercurio’, en 2005 el establecimiento figuraba en el ‘top 10’ chileno, en la 9ª posición global, lo que fue recordado ayer por investigadores. Ahora es 9º, pero entre los estatales, superado por tres Bicentenario, entre otros (ver infografía).
El académico de la U. de Maryland Sergio Urzúa, exinstitutano, publicó ‘adiós élite diversa’, apuntando a que los mejores puntajes hoy se concentran solo en colegios particulares pagados.
Sobre la caída de la educación pública, Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, dice que ‘estos resultados muestran que la apuesta que se hizo por reformas administrativas en el segundo gobierno de la presidenta Bachelet, en particular la ley de inclusión, no tuvieron impacto en los aprendizajes’.
A juicio del exsecretario ejecutivo de la Agencia de Calidad, ‘es necesario que desde la política pública se busquen alternativas distintas para el mejoramiento de la calidad’.
El director del Centro UC para la Transformación Educativa, Ernesto Treviño, observa que ‘los establecimientos públicos dejaron de seleccionar estudiantes, y los privados siguen seleccionando académica y económicamente a los alumnos. Esto quiere decir que los estudiantes destacados en puntajes PAES están distribuidos en diferentes escuelas del país, y no como era antes, que estaban segregados en liceos emblemáticos’.
Para el decano de la facultad de Educación UC, Alejandro Carrasco, con la creación de los liceos Bicentenario se distribuyeron las oportunidades de calidad en la enseñanza estatal, lo que significa que ‘la educación pública no ha empeorado, solo ha distribuido sus talentos. Una segunda razón es el SAE, que al fortalecer la elección de escuela, ahora contribuye a distribuir estudiantes de alto desempeño y también expectativas en colegios de su preferencia’.
Bárbara Manríquez, analista del centro de estudios Pivotes y exjefa de gabinete del Mineduc, dice que ‘el inicio del deterioro en los resultados de los liceos públicos coincide con la reiterada pérdida de clases que se generó con las movilizaciones estudiantiles desde 2006 en adelante y se mantuvo, en mayor o menor grado, a lo largo de los años. Aquello impactó negativamente en el desempeño, pero está lejos de ser la única razón para explicar la situación actual. En la última década ha existido una narrativa en contra de la existencia de liceos de excelencia y de sus proyectos educativos.
Se implementaron reformas con premisas erróneas que también son responsables de la situación actual. Lamentablemente estamos ante la materialización de la lógica de ‘bajar de los patines”.
Añade que ‘por un lado, la pérdida de clases y la violencia en los liceos hicieron que estos proyectos fueran cada vez menos atractivos para las familias (…). Por otro lado, la eliminación de la selección académica en los liceos dañó profundamente esos proyectos educativos. No solo se trata de educar a quienes ya tienen un buen desempeño, la evidencia difícilmente puede sostener eso. Antes de este deterioro, muchos de los estudiantes de liceos de excelencia provenían de escuelas públicas de distintos lugares de Santiago y con un nivel de calidad precario, pero el círculo virtuoso se generaba al conectar familias de entornos no privilegiados, en busca de excelencia, con proyectos educativos de alto rendimiento. Hoy la educación pública perdió eso’.