LA TERCERA
40 horas, ¿para quién?
Señor director:
Esta semana el Senado aprobó el proyecto de ley que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales. Varios actores, sobre todo desde el oficialismo, celebran la iniciativa aludiendo a que “mejorará la calidad de vida de los trabajadores”.
Pero, ¿a quiénes mejorara la calidad de vida? A aquellas personas con empleo formal. Lamentablemente pocos chilenos tienen acceso a este tipo de trabajo y a todas las ventajas que trae: sólo el 43% de los hombres en edad de trabajar y el 30% de las mujeres en la misma condición.
¿Cómo podemos ampliar esta cobertura? Los datos muestran que la formalidad de los países, incluido Chile, aumenta en la medida que Pymes y emprendimientos entran en un círculo virtuoso de crecimiento, productividad y más empleo. También, distintas investigaciones señalan que la actual rigidez en la jornada laboral de Chile dificulta la formalización, sobre todo en mujeres.
Desde Pivotes planteamos que si queremos que más chilenos gocen de los beneficios y protección social que trae la formalidad, debemos avanzar hacia un régimen tributario que incentive el crecimiento de emprendedores y Pymes, y la vez debemos profundizar en la flexibilidad de nuestra jornada laboral, que facilite la conciliación entre empleo y familia.
En esta celebración de las 40 horas no hay que olvidar uno de los grandes desafíos que Chile tiene pendiente: generar más y mejores empleos formales.