LA TERCERA
Ausencia de propuestas para la contratación
SEÑOR DIRECTOR:
En el debate público abundan las propuestas que encarecen la contratación en el sector formal. En el último año se aprobó el alza del salario mínimo a $500.000 y la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. A esto se suman nuevos pedidos de la CUT: salario mínimo superior a $600.000, eliminar el despido por las necesidades de la empresa y extender la indemnización por años de servicio a todo evento, tanto por despido como por renuncia.
El efecto que logran estas medidas es mejorar en el corto plazo las condiciones laborales de los que hoy tienen empleo formal, pero a costa de aumentar las barreras que impiden que más personas puedan acceder a estos empleos. Los actores que suelen defender estas reformas laborales proteccionistas suelen comparar a Chile con los estándares de vida de los países desarrollados de la OCDE. Lo curioso es que la principal brecha que tenemos respecto a estos países es el acceso al mercado formal: mientras en el promedio de la OCDE un 47% de la población en edad de trabajar tiene trabajo con seguridad social, en Chile este porcentaje es de un 36%. Y peor aún, hace diez años que esta cobertura no mejora en nuestro país.
Lamentablemente lo que escasea en el debate público son propuestas que faciliten la contratación formal, medidas que potencien la creación de puestos laborales protegidos con seguridad social. La fuente de los empleos de calidad es el crecimiento de los emprendimientos, y uno de los principales obstáculos que estos enfrentan al crecer es la falta de liquidez. Los altos montos de indemnización que nuestra regulación exige pagar al despedir acentúan el problema, además de desincentivar a los mismos trabajadores a cambiarse voluntariamente a empresas más productivas o donde sus talentos puedan ser mejor aprovechados.
Un rediseño a nuestro sistema de indemnización que reduzca los pagos al despedir, junto a un fortalecimiento del seguro de cesantía que permita entregar prestaciones a todo evento, podrían facilitar el crecimiento de los emprendimientos productivos y permitir que más chilenos puedan acceder a empleos de calidad. Más propuestas que apunten en esta dirección serían de gran valor en el debate público y una importante contribución a los actuales y futuros trabajadores.