¿Conciliar o castigar?

Señor Director:

Existe un gran consenso de que si queremos mejorar la participación laboral femenina, debemos avanzar en medidas para facilitar la conciliación entre trabajo y familia, tanto para hombres y mujeres, distribuyendo la carga entre ambos padres. Si bien el diagnóstico es claro, las medidas para resolverlo no son tan obvias.

Actualmente se está discutiendo en el Congreso un proyecto de ley que obliga a los empleadores a ofrecer a sus trabajadores que cuidan a niños menores de 14 años o a personas con dependencia, que toda o parte de su jornada sea con teletrabajo. El objetivo es conciliar la vida familiar y el empleo. Pero creemos que la herramienta propuesta va en la dirección opuesta.

Si la ley impone deberes al empleador respecto a trabajadores con responsabilidades de cuidado, esta obligación puede convertirse en una carga y desincentivo hacia la contratación de este grupo de personas. Algo muy parecido ocurrió con la criticada ley de Sala Cuna: el objetivo era ayudar a las madres trabajadores con niños menores de 2 años, pero el mal diseño convirtió la medida en un impuesto implícito a la contratación de las mujeres.

¿Queremos conciliar o castigar las responsabilidades familiares? El actual proyecto que se está discutiendo en el Congreso tiene el gran riesgo de ser lo segundo, sumándose a la criticada ley 203 del Código del Trabajo.