REVISTA MENSAJE
Educación, la herida invisible de la pandemia
Sr. Director:
La pandemia del Covid-19 dejó heridas abiertas y visibles en nuestro mundo. Poco a poco, estas comienzan a cicatrizar, en la medida en que nos reencontramos con nuestros seres queridos y retomamos la semblanza de normalidad. Sin embargo, entre los daños invisibles que dejaron estos años, la brecha educacional agigantada por los cierres de establecimientos y las clases remotas es sin duda la que hoy más nos debe ocupar.
Chile fue el país de la OCDE que perdió más días de clases: 259 en dos años, según un reporte de octubre pasado. A ello le siguió un 2022 en que la deserción subió a niveles preocupantes. Recién a fines del año pasado se asumió esta tarea como prioritaria, con el mensaje de la reactivación educativa levantado desde la sociedad civil y el Ministerio de Educación convocando a diversas instancias.
Es una buena noticia que el tema se haya instalado, pero esto arriesga ser insuficiente si no actuamos hoy para paliar problemas tan concretos como enseñar a los niños a leer. Debemos impulsar iniciativas que permitan devolver a los colegios la capacidad de enfocarse en los estudiantes y las aulas, y entregarles confianza en la administración de recursos para sus necesidades particulares. Una de ellas es la modernización de la Ley de Subvención Escolar Preferencial (SEP), que está en el Senado, y que depende del acuerdo de gobierno y oposición para agilizar fondos que hoy simplemente no están llegando a los chilenos más vulnerables.
Los niños y jóvenes son el alma de nuestra sociedad. Permanecer de brazos cruzados mientras una generación entera sufre los efectos de los meses, e incluso años sin asistir a clases, no es una opción. Y cada minuto que dejamos pasar solo aumenta las posibilidades de que ese daño se convierta en irreparable. Unamos fuerzas para convertir a esta tragedia en una gesta heroica de recuperación como país.