EL LLANQUIHUE DE PUERTO MONTT
Fin a la permisología
En la presentación de los proyectos de ley sobre permisología, el Presidente Gabriel Boric insistió en que se realizarían esfuerzos titánicos para reducir los plazos de los 380 permisos sectoriales que existen.
Uno se pregunta, de estos, ¿ha pensado el Gobierno cuántos podrían desaparecer? ¿Tiene sentido velar porque se acorten los plazos de permisos que podrían no existir?
Un número importante de trámites sirven con un único propósito: mantener activa a una “burocracia permisológica”, darle trabajo y una razón de ser. Es más, el proyecto de ley del Ejecutivo crea un servicio público encargado de vigilar el sistema de permisos sectoriales.
Esperemos no necesitar en el futuro a otro ente público que supervise a esta nueva agencia estatal. Muchos de los 380 trámites sectoriales no se tienen que apurar, se tienen que eliminar. No tendremos una noción real de cuántos son mientras no se haga un análisis de impacto regulatorio serio e independiente.
España logró recientemente reducir de forma importante su complejidad regulatoria y sus trabas para la inversión, y no fue con más funcionarios públicos para apurar los plazos, fue reduciendo la cantidad de trámites que no están cumpliendo su propósito.