LA TERCERA
Salmonicultura y comunidades
Señor Director:
Según el estudio “Valor Productivo”, de Criteria, Gestión Social y la Universidad Adolfo Ibáñez, el 43% de los habitantes de Los Lagos, Aysén y Magallanes evalúan positivamente el aporte económico regional y local de la salmonicultura, colocándola como la actividad nacional mejor evaluada en las zonas productoras, superando a la minería en el norte. Esto no debería sorprendernos, ya que la salmonicultura proporciona más de 17 mil empleos directos en el extremo sur, generando un arraigo natural en las comunidades locales.
No obstante, este hecho no puede implicar conformismo. La proyección de esta industria debe tener cimientos sólidos, promoviendo sus beneficios y generando consensos entre los diferentes actores relevantes sobre su crecimiento. Es justo reconocer los avances conseguidos para minimizar los eventos de contaminación, pero la consagración de la salmonicultura requiere de una reforma que simplifique los procesos de entrega y relocalización de concesiones, junto con acercar los estándares ambientales a los de otras naciones productoras, como Noruega. Solo así lograremos concordar una ruta para que la salmonicultura crezca armoniosamente con los ecosistemas que habita.