EL DÍNAMO

CPTPP y lógica 101

Por: Joaquín Barañao

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Cada primero de enero, aumenta en forma explosiva tanto el consumo de sal de fruta como la incidencia de resaca. ¿La sal de fruta causa resaca entonces? Desde luego que no. Si bien hay coincidencia temporal, la causa de la resaca la encontramos en terceros factores: a saber, los excesos etílicos del año nuevo. La sal de fruta, de hecho, la mitiga. Si existiera un universo alternativo sin sal de fruta apreciaríamos una situación aún peor.

José Miguel Ahumada hace caso omiso a este sencillo principio de inferencia. Consigna una reducción de 9,8% en la exportaciones al bloque conformado por los países signatarios del CPTPP durante su primer año de vigencia y concluye que “no ha generado ganancias marginales, sino que ganancias nulas”.

Así como entender los malestares del primero de enero exige computar el consumo de espumantes y piscolas, el descenso en las exportaciones debe partir por aquellas variables que plausiblemente podrían explicarlo: aumentos de tasas, desplome del precio del litio, baja en la producción de cobre, merma forestal por los incendios del verano pasado, daños agrícolas por los temporales de junio y agosto, etcétera. No estoy sosteniendo que en efecto esas sean las causas —hacerlo requeriría de un análisis detallado—, sino más bien algo mucho más modesto: cuando no es posible realizar ensayos de control aleatorio, como es el caso aquí (no podemos testear 1000 chiles con CPTPP en 2023 y contrastarlos con 1000 chiles sin CPTPP en 2023), asignar causalidad requiere al menos elaborar un marco conceptual que explique en términos teóricos por qué habría de existir. Pues bien, esta baja arancelaria puede resultar más o menos efectiva para apuntalar las exportaciones, eso no lo sabemos aún, pero sí que sabemos que cuesta concebir un marco conceptual que concluya que dicha medida las perjudica.

Cito un conocido autor que concuerda conmigo respecto a que hay muchos más factores en esta juguera que la arancelaria. A propósito del aumento en la categoría de ‘Servicios’, concluye: “sería un error grosero atribuir tal causalidad [a los efectos del CPTPP], más cuando el 72% de los servicios exportados por Chile al bloque van únicamente a Perú, por factores que escapan a la firma del acuerdo”. La cita de esta fiera refutación de la unicausalidad corresponde al mismo Ahumada. Respecto a la disminución global, concluye muy orondo que el acuerdo ha generado ganancias nulas, pero respecto al aumento de una categoría específica concluye que sería un error grosero atribuir causalidad porque hay otros factores involucrados.

Una segunda consideración es fundamental antes de apresurar conclusiones. Como explica el ex jefe de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales de la OMC, la reacción a las nuevas condiciones que abren los tratados de libre comercio no es instantánea. Se deben adaptar estándares, realizar gestiones comerciales para abrir nuevos mercados, montar nuevas cadenas logísticas, etcétera. ¡Esta lleva apenas años, compatriotas!

Por último, la observación de un solo año, un solo data point, es muy pobre desde el punto de vista estadístico. Cito a una de las personas que más ha escrito sobre el CPTPP: “Sin duda, los datos de solo un año no son suficiente para analizar los impactos de un acuerdo con desgravaciones hasta 2038”. José Miguel Ahumada, nuevamente.

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