Los actuales riesgos de la discusión constituyente
según Elisa Cabezón
Nueva Constitución: avancemos, no retrocedamos
La redacción de nuestra nueva Constitución es una gran oportunidad para que Chile impulse la vía del crecimiento y desarrollo inclusivo. Pero se han aprobado iniciativas que despiertan varias dudas e incertidumbres y que podrían implicar un retroceso más que un avance para nuestro país. Nombraré algunas.
El Pleno aprobó el derecho de la naturaleza. Surgen varias dudas: ¿cuáles son los límites de estos derechos? ¿Cómo interactuará con el derecho de las personas? ¿Limitará el ejercicio de la propiedad privada, del emprendimiento y de la actividad económica de los chilenos?
La Comisión de Sistema de Justicia aprobó una norma que debilita la autonomía del Banco Central, pues cambia los mecanismos de nombramiento y de remoción de sus consejeros, exponiéndolos a las presiones políticas y alejándolos de la técnica.
En la Comisión de Derechos Fundamentales, la discusión sobre el derecho de propiedad ha sido polémica. Hoy las expropiaciones se hacen al contado y al precio de mercado, pero en la CC han aparecido propuestas que debilitarían este derecho.
Además, el pleno estableció regiones con autonomía política, administrativa y financiera. Esto implica nuevos órganos a nivel territorial, como estatuto regional, consejo de alcaldes, asamblea regional, u otros. ¿Se agregan más capas en la interacción del ciudadano con el Estado? ¿Provocará que el Estado se vuelva más aparatoso, caro e ineficiente para resolver las demandas ciudadanas?
La nueva Constitución es una oportunidad de avanzar hacia un Estado moderno, con mayor autonomía del ciclo político y más eficiente. A la vez es una oportunidad para fomentar el trabajo formal, el emprendimiento y asociación, y que así las personas puedan desarrollar libremente sus proyectos de vida y disfrutar del progreso económico. Me temo que con las iniciativas descritas arriba podríamos no llegar a ese puerto.
Volvemos al debate de un retiro del 10%
Hace un par de semanas la Cámara de Diputados abrió las puertas para debatir sobre un nuevo retiro del 10%. Ufff… ¿quién se hubiera imaginado que después de todas las advertencias que se hicieron para detener el primero, a la fecha se han aprobado tres retiros y hoy se esté discutiendo otro más?
Las alertas de los técnicos fueron claras: hablaron sobre las presiones inflacionarias que causaría la inmensa inyección de liquidez a la economía, del daño sobre las pensiones de los actuales y futuros pensionados y sobre todo alertaron del deterioro al ahorro de largo plazo del país.
“¡Qué odiosos los técnicos con sus advertencias! ¿Dónde está su empatía? ¿No ven que los chilenos necesitan su plata ahora?” Esa fue la reacción de varios. Ser el mateo y responsable del curso no es grato ni popular, pero lamentablemente las predicciones de los denostados expertos se han ido cumpliendo.
La inflación del 2021 superó el 6,5% y se proyecta que a mediados de este año alcance el 10%, impulsada principalmente por el fuerte consumo interno que trajo el exceso de liquidez. Las tasas de créditos, sobre todo el hipotecario, han subido sostenidamente, pues gran parte de los fondos las AFP los tenían invertidos en el ahorro de largo plazo del país.
El profundo mercado de capitales construido en los últimos 40 años ha permitido a las empresas, pequeñas y grandes, al gobierno y a las personas de Chile acceder a préstamos baratos en comparación a los otros países de Latinoamérica. Este lujo de nuestro país se deteriora con cada nuevo retiro.
De quién son los fondos
A pesar de la alta inflación y del encarecimiento de los créditos, siguen las insistencias por un quinto retiro e incluso hay demandas por el retiro del 100% de los fondos. Algunos dicen que lo necesitan para paliar los efectos de la pandemia. Pero también hay otra razón detrás: los chilenos tienen incertidumbre sobre la propiedad de sus fondos previsionales, y en los retiros ven una forma de alejar sus ahorros de los políticos.
Y es que el Gobierno y la Convención Constitucional (CC) no han dado señales claras de que se respetará su propiedad.
Esta semana la CC rechazó la iniciativa popular con el mayor número de firmas ciudadanas, “Con mi plata no”. Ella buscaba proteger la propiedad de los ahorros de los trabajadores y que puedan elegir quién administra sus fondos (ente público o privado). En cambio, se aprobó una iniciativa en que las cotizaciones pasan a ser administradas por el Estado y no establece una clara garantía de la propiedad de los ahorros.
Luego, las declaraciones de la ministra del Interior, “con la mirada ‘es mi plata’ no se sustenta un sistema previsional futuro”, y el rechazo al quinto retiro de la ministra del Trabajo, aludiendo a que “deben quedar fondos de pensiones para una reforma”, han generado más inquietudes sobre el tema. Urge que la CC y el gobierno den señales claras que garanticen la propiedad de los ahorros previsionales para calmar las inquietudes de la ciudadanía.