Diario Financiero
La cruzada de Joaquín Barañao
para acelerar la producción del litio en Chile
Se espera que este año el gobierno presente su proyecto para la creación de la Empresa Nacional del Litio. En medio de los preparativos, el ingeniero y autor chileno busca derogar el decreto 2.886, que cataloga a este mineral como “estratégico” y que impide potenciar la competencia en esta industria. “Es un absoluto sinsentido. Lo que estamos haciendo es desaprovechar una enorme oportunidad y concentrar el mercado en solo dos empresas”, comenta.
Hasta 1948 la conocida bebida 7Up tenía dentro de sus ingredientes el citrato de litio para actuar como un estabilizador del estado de ánimo. Luego, la FDA prohibió el uso de este compuesto en todos los productos carbonatados en Estados Unidos.
Ese es solo uno de los muchos datos “curiosos” sobre el litio que guarda Joaquín Barañao, un ingeniero civil que, según distintas voces del mercado, es de los que “más sabe” de este mineral.
Lejos de esa anécdota, hay otro dato que lo incomoda, y más aún en la antesala a la presentación del proyecto que busca crear la Empresa Nacional del Litio. Se trata del decreto 2.886, publicado en 1979, que establece al litio como un mineral “estratégico”. Esto, cuenta, limita las posibilidades de explotarlo en suelo nacional. ¿La razón? Por esos años, en plena Guerra Fría, se determinó que este compuesto -en conjunto con el torio y el uranio- podían ser usados para producir bombas atómicas. Por lo tanto, había que protegerlo y minimizar al máximo su explotación.
Este decreto se mantiene activo hasta la actualidad, lo que impide que exista más competencia en la industria. “Es un absoluto sinsentido, y lo que estamos haciendo es desaprovechar una enorme oportunidad y concentrar el mercado en solo dos empresas (SQM y Albemarle)”, dice Barañao en conversación con DF MAS.
Su objetivo es derogar lo más rápido posible el decreto. De hecho, el 11 de enero posteó una imagen en su Twitter, alusiva a la película Liberen a Willy, con dos palabras en mayúsculas: “free litio”.
“Hay que derogar esta regulación obsoleta y transformar al litio como cualquier otro mineral en Chile. Nadie lo ha declarado estratégico, nadie se ha puesto esa mordaza”, añade.
Actualmente Barañao -que ha sido asesor parlamentario, trabajado en los dos gobiernos de Sebastián Piñera, además de ser autor de lo libros sobre datos curiosos y creador de Historia Freak, uno de los podcast más escuchados en el país- está en una cruzada para acelerar la producción de este mineral en Chile.
¿Su objetivo? Comunicar que esta industria puede aportar al ecosistema global (él dice que la extracción de litio en Chile puede ser hasta siete veces más limpia que Australia, el mayor productor de este mineral) y a las arcas fiscales.
“El litio está en un orden de magnitud menor al cobre, pero ya pasó a ser una industria parecida al rubro acuícola y forestal. Nadie sabe lo que pasará con los precios, pero si uno pudiera mantener los valores actuales, queda mucho espacio para aumentar la producción. Y por lo tanto, la industria podría crecer de forma significativa. Tal como reportó US$ 7.700 millones el año pasado, podría entregar mucho más en el futuro”, comenta.
Del interés a la acción
Barañao ha pasado más de ocho años escribiendo sobre datos poco conocidos. Su página web (datosfreak.org) acumula más de 6 mil curiosidades y anécdotas. En particular, ha publicado sobre historia universal y chilena, cine, fútbol, música e incluso dinosaurios. Pero hace seis años, dice, se interesó en el litio. “Entré a esto por la veta ambiental, porque la electromovilidad es de las grandes esperanzas para mitigar el cambio climático, que es, a mi juicio, el mayor desafío que enfrentamos como especie”, rememora.
Pero hasta ese momento, su cruzada por la liberación del litio no era tan bullada. Esto, hasta finales de 2021, cuando se reunió con Bernardo Larraín Matte. “Yo quise conversar con él acerca de un programa de estimulación de precipitaciones que tenía Emiratos Árabes. Nos juntamos y ahí me contó de la iniciativa de Pivotes (un laboratorio de experimentación, innovación e incidencia pública)”.
A inicios de 2022 ingresó al equipo de Incidencia de la organización, un área para impactar mediante cartas, columnas y diversas acciones comunicacionales en las distintas temáticas que le interesan a la fundación. Ahí, compartió con la economista Elisa Cabezón, hoy directora de Evidencia de Pivotes; el abogado y antropólogo Rafael Palacios; y la historiadora y socia de 40c Consultores, Paula Streeter.
Una vez instalado en Pivotes, Larraín Matte le pidió liderar -junto a Pauline Vial, una de las directoras de la organización- las sesiones del programa de incidencia EnFoco, dedicadas a la reflexión y propuestas de por qué Chile ha perdido dinamismo en la economía de recursos naturales.
Allí, a Barañao le tocó encabezar un grupo compuesto por los exministros de Hacienda Ignacio Briones y Rodrigo Valdés; la exsubsecretaria de Hacienda y exvicepresidenta de Asuntos Externos de BHP Billiton, María Olivia Recart; el expresidente ejecutivo de Codelco, Marcos Lima; la primatóloga Isabel Behncke; el presidente para Sudamérica de Lilac Solutions, y el exdiputado Felipe de Mussy.
Neutralidad competitiva
A inicios de los ‘2000 Chile tenía aproximadamente el 60% de la participación global en el mercado del litio. En 2019 ese porcentaje se redujo a 29%. Y para 2030, según Cochilco, se estima que el país baje a 17%. “Es dramático”, opina Barañao. Y agrega: “Chile tiene las mejores condiciones naturales del mundo para producir litio. El salar de Atacama es una joya increíble. Nosotros hemos crecido en términos absolutos, pero no de manera proporcional a la demanda global”.
Si bien no se conocen todos los detalles, el gobierno anunciará -durante el transcurso del primer semestre- un proyecto para crear la Empresa Nacional del Litio. Esto, además, se junta con el creciente interés de mineras extranjeras para instalarse en el país. Así lo demuestran las diversas reuniones de lobby que han sostenido firmas como Tsingshan, AMG Lithium Gmbh y Wealth Minerals con distintas autoridades de gobierno (como José Miguel Ahumada o Nicolás Grau).
Sobre la posible creación de la Empresa Nacional del Litio, Barañao resume en tres las posturas: “Están los que quieren solo una Empresa Nacional del Litio, los que quieren solamente a privados, y los que estamos por la vía intermedia: mientras exista el principio de neutralidad competitiva, está bien que el Estado cree su compañía y que compita de iguala igual con los demás. Pero es importante que en paralelo se permita el ingreso de otros actores, siempre con la premisa del cuidado al medio ambiente”.
Y concluye: “Hasta el más frenteamplista debiera reconocer que si el gobierno actual quiere ser exitoso y entregar pensiones de calidad, una de las grandes herramientas que tiene es abrir el ingreso de otros actores a la industria en paralelo a la creación de una empresa estatal”.