Cartas al director
DIARIO FINANCIERO
Movilidad y flexibilidad laboral, y un sistema de pensiones que fomente el empleo formal
Desde hace más de una década la demanda por más y mejor protección social ha estado en el centro del debate público. Esta demanda se hizo aún más pertinente por los efectos de la pandemia.
Existe un mecanismo que nos acerca a estas aspiraciones: el empleo formal.
Para facilitar el acceso de los sectores más excluidos de las oportunidades del trabajo formal (mujeres, jóvenes y adultos mayores), que deben conciliar el trabajo con sus diversos proyectos de vida, es imperativo incorporar al marco regulatorio que lo regula mayores espacios de adaptabilidad y flexibilidad laboral, tanto temporal como espacial.
Es también fundamental bajar el costo de contratación formal, asociado, por ejemplo, a la elevada indemnización por años de servicio que no dialoga con la creciente movilidad de trabajadores entre sectores productivos o entre empresas que demanda la economía del siglo XXI.
Finalmente, y no menos importante, debemos recuperar la dinámica del crecimiento para que los emprendimientos productivos tengan la oportunidad de expandirse, y generar empleos formales.
Los chilenos están exigiendo mayor protección social y, la fuente de esto –el empleo formal– está estancado desde hace 10 años. Esto afecta con mayor severidad a los grupos más desprotegidos.
El empleo formal es la puerta a la seguridad social.
Corresponden a 10 sueldos de indemnización por despido, mientras que el promedio de la OECD es de sólo 3 meses.
Para tener la misma cobertura que la OECD.
En cambio, en países de la OECD, el porcentaje es del 47%, una brecha de 11 puntos que deja a nuestros ciudadanos más desprotegidos.
Ha acumulado el empleo formal y PIB per cápita, indicadores que crecen correlativamente.
Debemos avanzar en políticas públicas que faciliten e incentiven los empleos formales:
La mayor flexibilidad y adaptabilidad laboral permite una mayor compatibilidad entre empleo, familia y distintos proyectos de vida, y está asociado a una mayor productividad y mejores salarios. Chile es de los países de la OECD con la jornada laboral más rígida.
Descarga nuestra propuesta aquí ↓
Concretamente proponemos un aumento en la PGU transitorio y condicionado a los años cotizados, y que el 6% extra de cotización vaya casi en su totalidad a las cuentas individuales de los trabajadores formales. Además de establecer medidas que faciliten la participación de los adultos mayores en el mercado formal para lograr una postergación gradual de la edad de jubilación.
Descarga nuestra propuesta aquí ↓