¿Cómo lo hizo Taiwán

En un mundo donde la desconfianza hacia las instituciones democráticas crece, Chile no es la excepción. Los bajos niveles de confianza en el Gobierno, el Congreso y los partidos políticos, reflejados en encuestas recientes, han desencadenado una creciente insatisfacción ciudadana. En este contexto, el caso de Taiwán ofrece un ejemplo innovador de cómo la tecnología puede ser utilizada para acercar a los ciudadanos a sus instituciones, revitalizando la democracia y promoviendo la participación ciudadana.

La democracia digital en Taiwán

Taiwán, que enfrentó una crisis de legitimidad en 2014 con el Movimiento de los Girasoles, ha implementado una serie de herramientas tecnológicas que han sido clave para fomentar la participación y transparencia en la toma de decisiones públicas. Uno de los programas más destacados es vTaiwan, una plataforma que permite a los ciudadanos deliberar sobre políticas públicas mediante un proceso abierto y transparente.

Este proceso cuenta con cuatro fases: primero, en la fase de propuesta, ciudadanos o el gobierno presentan temas para debate con aprobación oficial; luego, en la fase de opiniones, se recogen puntos de vista a través de plataformas digitales como Pol.is; en la fase de reflexión, expertos y ciudadanos se reúnen para buscar soluciones; y finalmente, en la fase de legislación, se generan políticas o propuestas de ley basadas en los consensos logrados.

Además, Taiwán ha promovido la creación de g0v, una comunidad digital que desarrolla proyectos colaborativos enfocados en la resolución de problemas de interés público a través de software de código abierto.

Estas iniciativas han tenido un impacto significativo en la mejora de la confianza de los ciudadanos en sus instituciones. La tecnología, lejos de ser un obstáculo, ha sido utilizada como una herramienta para la cocreación y el diálogo entre ciudadanos y el gobierno, lo que ha fortalecido los lazos democráticos.

La experiencia de Taiwán ofrece lecciones valiosas para Chile, que también atraviesa una crisis de confianza. Adoptar enfoques de democracia digital, como los desarrollados en Taiwán, podría ser una solución viable para revertir la percepción de los ciudadanos. Proyectos que promuevan la participación ciudadana en la toma de decisiones, la transparencia y el acceso abierto a la información podrían ayudar a fortalecer las instituciones y recuperar la confianza en la democracia.

Descarga aquí el estudio preparado por Tomás Espinosa, abogado de la Pontificia Universidad Católica y José Antonio Valenzuela, abogado de la Universidad de Chile y magíster en Políticas Públicas en LSE.