Pivotes Evidencia
Cuatro hechos que respaldan
la modernización del empleo público
Actualmente, Chile opera con más de diez estatutos laborales distintos para el sector público, lo que genera fragmentación normativa, dificulta la gestión y perpetúa desigualdades. El régimen actual también abre espacio para que la contratación y permanencia en el sector público se base en favores políticos, en lugar de mérito.
En este estudio describimos cuatro hechos que respaldan que la complejidad y opacidad de la actual regulación del empleo público—que facilita la contratación masiva con cada cambio de gobierno y dificulta la desvinculación—se ha traducido en un crecimiento desmedido y costoso del aparato estatal, además de evidentes señales de disfuncionalidad dentro del sector público:
- Cada año es más costoso para la economía financiar los sueldos del Estado.
- El sector privado ha perdido espacio frente al sector público en el mercado laboral formal.
- No hay indicios de que el mayor gasto en personal haya mejorado la calidad de los servicios públicos.
- Los días de ausentismo laboral van en aumento en el Gobierno Central.
En Pivotes, proponemos un cambio estructural: un estatuto único de empleo público que regule todo el ciclo laboral de los funcionarios—desde su ingreso hasta su desvinculación—basado en mérito y desempeño. Este marco debe separar claramente las funciones de gobierno de las de la administración estatal, garantizando que el aparato público opere de manera técnica y profesional, libre de influencias políticas, para asegurar servicios más eficientes y eficaces para los ciudadanos.
Conoce aquí el estudio preparado por Elisa Cabezón, economista de la Pontificia Universidad Católica y Rafael Palacios, antropólogo social y abogado de la Universidad de Chile.