Pivotes
Nueva educación pública
¿Basta con más Estado?
Actualmente, Chile enfrenta desafíos significativos en la implementación de la Ley N° 21.040, que creó los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP). Esta ley, diseñada para superar las falencias del antiguo sistema municipal, como la desigualdad de capacidades, la falta de rendición de cuentas y la influencia de ciclos político-electorales, ha revelado problemas estructurales y de gestión en su puesta en marcha.
En este estudio describimos cuatro hechos que respaldan que la complejidad y opacidad de la actual regulación educativa —que dificulta la transición hacia los SLEP y limita las oportunidades para mejorar la calidad del sistema educativo— y que han derivado en retos críticos para alcanzar los objetivos de la reforma:
- La transición hacia los SLEP ha enfrentado retrasos y problemas que afectan la continuidad y calidad de la educación.
- Las restricciones normativas han frenado la creación de nuevos establecimientos particulares subvencionados, limitando la oferta educativa.
- Persisten problemas estructurales en la nueva institucionalidad, como el tamaño inadecuado de los SLEP y su limitada capacidad de gestión.
- No se han observado avances significativos en la calidad educativa de los establecimientos traspasados.
En Pivotes proponemos un cambio estructural: un marco regulatorio habilitante que permita aprovechar modelos exitosos como los de los Países Bajos y el Reino Unido. Este enfoque incluye fomentar la colaboración entre sostenedores públicos y privados, así como delegar la administración de establecimientos a instituciones con trayectoria destacada, independientemente de su naturaleza.
Además, es fundamental revisar los criterios para la creación y operación de nuevos establecimientos particulares subvencionados, asegurando estándares exigentes de calidad y gestión que garanticen el derecho a una educación equitativa y de calidad.
Conoce más detalles sobre estas propuestas en el estudio preparado por José Manuel Astorga, Joaquín Sierpe y José Antonio Valenzuela, aquí.