Entrevista a Bernardo Larraín, presidente de Pivotes: “Lo único que hace el camino de la empresa nacional del litio es postergar oportunidades de desarrollo”

Para el ex presidente de la Sofofa se debe “abrir la cancha” en la industria del litio y ve que hay dos formas para hacerlo. “La primera es haciendo el litio concesible, como todos los otros minerales en Chile y el mundo. Y la segunda es regulando cómo se adjudican los contratos espaciales de operación”, dice. 

Qué observar. Pivotes realizó un documento llamado “¡Hagámonos cargo!”, donde identifican cuatro crisis a nivel nacional y 12 prioridades para enfrentarlas. “Estado capturado y disfuncional”, “Economía paralizada”, “Educación rezagada” y “Empleo estancado” son los principales problemas que ven en la fundación.

El presidente de Pivotes, Bernardo Larraín, cree que “muchas veces estas cosas se empaquetan en títulos como “Nuevo trato” o “Nuevo pacto”. Y esos títulos a veces sirven como una buena excusa para invisibilizar o postergar las reformas necesarias. Es más sano hablar de estas crisis con nombre y apellido”.

¿Por qué realizaron este informe y cuál es su objetivo?

-En el plebiscito del 17 de diciembre se marca un cambio de ciclo. En Pivotes queremos identificar por su nombre ciertas crisis que vive el país, por supuesto comenzando por la seguridad y la salud -que son las más urgentes- pero que eso no implique dejar de lado otras crisis que son igualmente importantes.

-¿A qué se refieren específicamente con “Estado capturado y disfuncional”?

-Vemos que la disfuncionalidad está en el sistema político por la existencia de 22 partidos políticos que no son capaces de llegar a acuerdos en las reformas más relevantes. Y por otro lado, está la captura en la administración pública del Estado. Si bien reconocemos que hay muchos funcionarios públicos que son profesionales que tienen un buen desempeño, también hemos visto el caso de Democracia Viva o la crisis de la educación en Atacama.

En resumen, el Estado capturado y disfuncional tiene dos dimensiones: la fragmentación del sistema político y una administración pública que está cada vez más plagada por este concepto de funcionarios de confianza.

-Mencionan también el punto de “Economía paralizada”, ¿cómo se debe avanzar en este tema?

-En este tema hemos trabajado especialmente en las industrias que se basan en bienes naturales, como es la minería, el litio, el hidrógeno verde o la salmonicultura. Si uno piensa dónde están las teclas que Chile podría activar y que podrían generar un impacto relevante en el crecimiento económico, están en esas industrias.

Son actividades que están conectadas con los desafíos globales, como la carbono neutralidad o la alimentación sostenible para las crecientes clases medias. Sin embargo, en Chile están trabadas. Hace rato que no tenemos aumento de producción de salmón, en el litio llevamos 10 o 15 años con dos operaciones solamente (Albemarle y SQM). En hidrógeno verde hay muchos proyectos, pero solamente uno está en tramitación ambiental.

-¿Y qué se requiere específicamente para eso?

-Eso necesita una reforma que no solamente habilite el desarrollo de estas industrias, sino que también todas las otras industrias, como la reforma a los permisos sectoriales y la reforma al sistema de evaluación de impacto ambiental.

-En el caso del litio, ¿cómo se debe avanzar para no desaprovechar las oportunidades que ofrece esta industria?

-Es fundamental “abrir la cancha” y eso puede hacerse de dos formas, las cuales se pueden hacer en paralelo. La primera es haciendo el litio concesible, como todos los otros minerales en Chile y el mundo. De hecho, es una anomalía que el litio sea inconcesible. Ya hay un proyecto de un grupo transversal de diputados en el cual se debe avanzar.

La segunda es regulando cómo se adjudican los contratos espaciales de operación, en el sentido de que exista un marco normativo para esos contratos espaciales de operación. Por ejemplo, que sea obligatorio que se adjudiquen a través de licitaciones abiertas y competitivas. Y que de alguna forma asegure una cancha abierta donde compiten en igualdad de condiciones empresas privadas, empresas públicas, empresas chilenas y empresas extranjeras.

Si realmente el objetivo del gobierno es tener cuatro o cinco proyectos de litio en desarrollo distintos de Albemarle y SQM, hay que abrir la cancha hoy día para todos los otros salares.

-Luego de que se concretara el acuerdo entre Codelco y SQM, la ministra Vallejo aseguró que la asociación “permitirá sentar las bases de lo que sería una empresa nacional del litio”. ¿Qué efectos puede tener la creación de esta empresa? ¿Va en el sentido opuesto a lo que requiere la industria?

-Hay dos discursos muy distintos. La ministra Vallejo dice eso hace unos días y por otra parte, el ministro Marcel encargando a la comisión Marfán un informe que dice que el camino de la empresa nacional del litio no es el mejor. Entonces ojalá e gobierno tuviera una mayor convergencia.

No es el mejor camino. El camino que parece más razonable y que están siguiendo nuestros principales países competidores es abrir la cancha para que sean muchas empresas chilenas, extranjeras, públicas o privadas las que compitan en igualdad de condiciones. Lo único que hace el camino de la empresa nacional del litio es postergar oportunidades de desarrollo.

-En otro tema, ¿cuáles son los principales desafíos del gobierno en materia energética para este año?

-Los dos mayores desafíos en el sector energético son flanquear las tarifas y generar las condiciones para que se instale mayor capacidad de almacenaje.

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